Es una piedra traslúcida con tonos rosáceos, grises y blancos, con la gran característica que difumina la luz. Obtenemos nuestra piedra de la península.

Utilizada en la antigüedad por sus múltiples beneficios energéticos, su mayor peculiaridad es su translucidez. Gracias a ello, realizamos lámparas y portavelas por lo que se perciben sus vetas de forma única.

Es gracias a la incidencia de la luz cuando el alabastro adquiere sus verdaderas cualidades expresivas. Es espectacular como la piedra natural con sus veteados y su colorido adquieren vida para dar calidez lumínica a los más diversos ambientes. ​

Luz que nos llega desde el interior de la Tierra. ¡Cárgate de energía a través de nuestras piezas!